El Gobierno someterá a votación este lunes una Ley Bases acotada pero más sólida. A pesar del discurso de Javier Milei -que dijo «tiren la ley bases» horas antes de que los diputados se reunieran para emitir dictamen- los funcionarios del Ejecutivo y los legisladores del oficialismo porotearon, negociaron y cedieron hasta último momento para conseguirle su primera ley al Presidente; una estrategia distinta a la de enero cuando la Ley Ómnibus naufragó en el recinto.
Las diferencias quedaron a la vista. En el verano, el oficialismo dictaminó la Ley Bases de madrugada, gracias a la llegada de tres diputados a último momento porque, si no, no le daban los números. Eliminó el paquete fiscal para sumar apoyos y el proyecto cosechó 55 firmas -lo justo- pero 34 ellas eran en disidencia.
Este jueves, la versión que se sometió a debate fue acotada – sufrió cambios hasta último minuto- se dictaminó en horario vespertino y el número de apoyos escaló a 61 firmas mientras que las disidencias bajaron a 19. Además, el paquete fiscal tuvo luz verde dos horas después.
¿Qué cambió? El Gobierno en lugar de atropellar con las fechas y confrontar, se mostró flexible, negoció, cedió y esperó. «No convoco a nada si no estamos seguros«, les dijo el presidente de la Cámara, Martín Menem, a los jefes de bloque. Horas previas, cada bloque había ido a presentar su poroteo detallado.
De hecho, el plenario de comisiones se atrasó un día en busca de acuerdo por la Reforma Laboral, un escollo que enfrentaba al bloque radical con el de Miguel Ángel Pichetto y que el oficialismo debió sortear armando una propuesta intermedia.
La reuniones de Menem con todos los jefes de bloque dialoguistas juntos es otra diferencia con la negociación anterior, cuando los encuentros eran siempre bilaterales. El Ejecutivo y Menem con un bloque a la vez. «Como las patronales negociaban de a uno, por separado, para que no nos juntáramos e hiciéramos más fuerza pero les resultó peor. Acá queda todo sobre la mesa, más claro de entrada», describe un legislador que participó en los encuentros.
Esto mismo quieren replicar el lunes en la reunión de labor parlamentaria para que en la sesión, no haya sorpresas ni nada se salga de lo previsto.
Otro punto que destacan es que el debate fue bien técnico y concreto, menos político. En efecto, no hubo visitas del ministro de Interior Guillermo Francos y el asesor presidencial Santiago Caputo al Congreso. Aunque los diputados los vieron y conversaron con ellos en las reuniones previas en Casa Rosada, en Diputados los dos delegados que capitanearon las negociaciones fueron el viceje de Gabinete, José Rolandi y la titular de la Secretaría de Planeamiento Estratégico Normativo, María Ibarzábal. En comunicación telefónica directa con el Ejecutivo. En el camino quedó Maximiliano Fariña, al que llamaban «el escriba», un hombre que dicen respondía a Federico Sturzenegger.
«No hubo un policía bueno diciéndonos algo y otro malo diciéndonos ‘imposible’ a cada cosa. Eso sincera y distiende bastante el clima», apunta otro diputado.
En efecto el pulido del texto se dio hasta último minuto. En el debate de comisiones se anunció la eliminación del artículo sobre Fondo de Garantía de Sustentabilidad, en el que no había acuerdo, y se terminó sacando del listado de privatizaciones al Banco Nación. El Gobierno se niega a que una placa roja en el tablero desencadene un efecto dominó, como pasó en la votación de enero.
Entre los opositores la buena predisposición tiene que ver también con las ganas, que se convirtieron en casi una necesidad, de dar por cerrado el capítulo de la Ley Bases para poder abrir otra agenda. «Ya no la aguantamos más», se sincera un radical. Es que el proyecto también limó puertas adentro de los bloques.
Con todas las modificaciones realizadas al momento de dictaminar se sumaron a la firma casi el doble de radicales. Entre ellos los de Evolución, referenciados en Martín Lousteau, que la vez pasada no habían acompañado en rechazo, por ejemplo, de las tantas delegaciones que planteaba el proyecto incial. De hecho, esas delegaciones estaban planteadas en los incisos que en la votación en particular hicieron caer la ley porque fueron rechazados masivamente. Ahora quedaron afuera.
También se sumaron legisladores del bloque de Innovación Federal, que integran la bancada de Miguel Angel Pichetto.