Podría parecer insólito, pero sin dudas es inédito. Por el paro de la CGT y para no utilizar vuelos privados o aviones especiales del Estado, la canciller Diana Mondino adelantó para este martes su viaje a Paraguay, y lo haró parte en avión, parte en auto, por tierra, vía Formosa. El regreso lo corrió para el jueves, también para eludir la medida de fuerza de la CGT.
La distancia entre Buenos Aires y Asunción es de 1.041 km y hay unos 112 vuelos directos por semana, que recorren varias empresas, entre ellas Aerolíneas Argentinas. Pero la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) adhirió al paro contra el plan económico de Javier Milei.
El gremio de APA nuclea al personal de tierra de los aeropuertos y no prestará servicios por 24 horas. Por ello quedará afectado todo el funcionamiento de los vuelos comerciales. Habrá cancelaciones y demoras.
La distancia entre la capital formoseña y la paraguaya es de 112,9 km. En vehículo se calculan algo más de 2 horas y media de ida y de vuelta.
En Paraguay la agenda tiene múltiple propósito. En lo formal, el miércoles la espera el encuentro- el primero para ella como ministra de Javier Milei- de los cancilleres de los cinco países del Mercosur: el de Paraguay, Rubén Ramírez, anfitrión de la presidencia que se inicia allí; el de Brasil, Mauro Vieira, que comanda buena parte de las negociaciones; el de Uruguay, Omar Paganini; y Celinda Sosa de Bolivia, país que acaba de entrar como miembro pleno al bloque.
Mondino viaja con el subsecretario de Asuntos Latinoamericanos, el embajador Mariano Vergara, y con la Directora de Mercosur de la Cancillería, Roxana Sánchez.
Es difícil que el grupo llegue este martes a la cena oficial que ofrece a todos el canciller Ramírez, pero estarán este miércoles para la bilateral que Mondino mantendrá a las 7.30 con el canciller de Uruguay.
Cumbre regional
La reunión del Mercosur en Paraguay, que empieza a las 9 del miércoles, tiene doble propósito. Por un lado levantar el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que se cayó en diciembre cuando el gobierno de Alberto Fernández dijo que no firmaba en esta etapa. Siempre hubo reparos de un lado y otro, incluyendo el fuerte lobby francés contra cualquier concesión en materia agrícola.
Entre tanto, el gobierno de Milei quiere apurarse a la firma de este y otros acuerdos. El embajador Marcelo Cima, Secretario de Comercio Internacional y coordinación nacional de negociaciones internacionales, está este martes en Brasilia con la misión de levantar el texto que negociaban para diciembre y se cayó; y la idea que tienen es la de tener pronto listo algo para llevar Mondino y él algo nuevo a un viaje a Bruselas, que todavía no tiene fecha pero lo quieren para mitad de este año.
Por su parte Mondino y Vergara también enfrentan una negociación con el gobierno de Santiago Peña sobre el cobro del peaje en la Hidrovía de Confluencia-Santa Fe Norte. Fue establecido por el gobierno de Fernandez, y se cobra desde enero de 2023 en dólares: los paraguayos lo rechazan. Hubo una fuerte escalada con eso. La idea que lleva el nuevo gobierno argentino es seguir cobrando pero bajar el precio.
El presidente Santiago Peña les ofrecerá a todos los ministros un almuerzo de agasajo en Mburuvicha Róga, la Residencia Presidencial. Y como última actividad, Mondino, Vergara y Sánchez tendrán de hecho, una reunión a solas con el canciller Ramirez para hablar de los temas bilaterales, como la Hidrovía Paraná-Paraguay y la pronta renegociación sobre la represa binacional Yacyretá.
Con respecto a Uruguay, también hay otra negociación para que el nuevo gobierno argentino -“que tiene la mejor voluntad”, dicen aquí- acepte un largo pedido uruguayo para poder ampliar el dragado de 13 a 14 metros el canal de acceso al puerto de Montevideo, que los vecinos quieren transformar en un punto de fuerte influencia internacional y que por supuesto le compite a Buenos Aires.
A Mondino y a la Delegación argentina la espera también una manifestación en contra en la embajada argentina en Asunción de trabajadores. Será el mismo día del paro y está, dicen allá promovida por la oposición en Argentina.
La canciller nunca se reunió como ministra con sus pares de la región, salvo con el brasileño Vieira, a quien le entregó una carta de Milei a Lula invitándolo a su asunción el 10 de diciembre pasado. Después lo recibió especialmente en Buenos Aires. Lula y Milei nunca hablaron después de que el primero apoyara abiertamente a Sergio Massa y el segundo lo tildara de “socialista envenenado”.