En diálogo con Canal E, la analista política Lara Guyburu analizó el escenario electoral bonaerense y nacional, subrayando que el oficialismo de Javier Milei funciona más como un movimiento que como un partido político tradicional.
La lógica de movimiento y la estrategia de confrontación
En un análisis profundo del oficialismo nacional, la entrevistada explicó: “La Libertad Avanza no opera como un partido tradicional, sino como un movimiento que arma alianzas según la conveniencia territorial”. Según la politóloga, esta estructura recuerda al peronismo de los años ’40 y ’50, con conducción centralizada y adaptabilidad local.
En ese marco, el estilo confrontativo que caracteriza al espacio libertario no solo marca la agenda pública sino que también responde a una lógica estratégica. “La conflictividad fortalece y endurece al núcleo que ya tiene decidido su voto”, sostuvo Guyburu, quien estimó ese núcleo duro en un 35-40% del electorado, que se mantiene fiel a candidatos alineados con Javier Milei.
Además, alertó que el efecto de esta polarización también se refleja en el desinterés generalizado: “El que no está convencido por una opción opositora, directamente se muestra apático y se aleja del acto de votar”. Este fenómeno, observó, se ha replicado en elecciones provinciales recientes, generando preocupación por los niveles de participación ciudadana.
Cristina, Kicillof y la batalla por el territorio bonaerense
Consultada sobre el eje de campaña de cara a las elecciones en la provincia de Buenos Aires, Guyburu anticipó un enfrentamiento discursivo entre dos estrategias claras: “Fuerza Patria va a intentar nacionalizar la elección con el eje Cristina-Milei, mientras que La Libertad Avanza va a provincializarla, enfocándose en la inseguridad”, una de las principales preocupaciones del electorado bonaerense, según relevamientos.
Respecto a la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner y la influencia de actores externos como EE.UU., fue tajante: “Importa al votante informado, pero no define el voto”. Los factores que inciden en la elección siguen siendo materiales y concretos: “La inflación es el primer problema a nivel nacional; la inseguridad, a nivel provincial”.
En cuanto al futuro político de Axel Kicillof, Guyburu sostuvo que el gobernador bonaerense se juega mucho más que su reelección: “Lo que está en juego es si esta apuesta política va a funcionar”, en referencia al desdoblamiento electoral. Destacó que el resultado en la tercera sección electoral, bastión histórico del PJ, será clave para definir si su liderazgo sale fortalecido o debilitado.
Finalmente, advirtió que la elección tendrá dos niveles simultáneos de disputa: uno nacional, marcado por el enfrentamiento ideológico, y otro local, centrado en la composición legislativa y el poder de los intendentes en sus territorios.