El Gobierno de Estados Unidos planea expandir las instalaciones de detención en la Base Naval de Guantánamo, ubicada en Cuba, para albergar a 30.000 migrantes ilegales, según anunció el presidente Donald Trump. Sin embargo, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, evitó responder si mujeres y niños estarían entre los detenidos, lo que generó dudas sobre el alcance de la medida.
Durante una entrevista en NBC News, la funcionaria afirmó que la actual gestión utilizará todas las instalaciones disponibles bajo la ley, pero no respondió directamente si la expansión incluirá a familias completas. La falta de claridad sobre este punto disparó la preocupación en torno a los derechos humanos y el debido proceso para los migrantes en territorio estadounidense.
Noem aseguró que “se seguirá el debido proceso” con todos los detenidos en la base naval de la isla caribeña. Además, afirmó que tener a disposición las instalaciones de Guantánamo será “un activo” para ellos. Por otro lado, destacó que la colaboración con el Departamento de Defensa de EE.UU. (DOD, por sus siglas en inglés) permitirá que las instalaciones alcancen “el nivel necesario para facilitar la repatriación de personas a sus países”.
En otro reportaje con CNN, la titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) confirmó que se levantarán carpas para poder albergar la cantidad de detenidos proyectada por la administración de Trump. Y aclaró que su meta “es que estas personas no permanezcan en estas instalaciones durante semanas o meses”.
Durante la entrevista en el programa “Meet the Press”, de NBC News, la funcionaria federal fue consultada en varias ocasiones sobre si la expansión del centro incluirá la detención de mujeres y niños. “Nos estamos enfocando en los peores criminales”, respondió, sin brindar una aclaración directa.
Cuando la presentadora Kristen Welker insistió en el tema, Noem reiteró que se dará prioridad a migrantes con órdenes de captura por delitos graves. Sin embargo, no descartó que la política migratoria del actual gobierno incluya la detención de familias enteras.
“Después de eso, tenemos órdenes de deportación final contra muchas personas en este país. Son nuestra siguiente prioridad”, agregó, sin especificar cómo se manejarán los casos de mujeres y niños sin antecedentes penales.
A pesar de las múltiples consultas, Noem evitó el tema. “Vamos a usar las instalaciones que tenemos, y creo que es bien sabido que contamos con otros centros de detención en diferentes lugares de EE.UU., por lo que utilizaremos lo que tenemos de acuerdo con lo que sea apropiado para cada individuo”, repitió.
Desde su apertura, la prisión de Guantánamo fue utilizada para detener a sospechosos de terrorismo, principalmente tras los atentados del 11 de septiembre. Bajo la administración de George W. Bush, el gobierno estadounidense suspendió el acceso al debido proceso para los prisioneros. Años después, en 2020, la Corte de Apelaciones ratificó esta política.
Trump, Noem y también Tom Homan, zar de la frontera del republicano, aseguraron que la expansión del centro busca retener a los “peores de los peores” dentro de la población migrante. Según la titular del DHS, la prioridad del Gobierno es detener allí a personas con órdenes de captura por delitos como homicidio, violación o narcotráfico, que representen una amenaza para la seguridad nacional.