La fuerza de trabajo mundial que representan los migrantes continúa en ascenso. Hasta 2022 representó el 4,7% de la ocupación laboral a nivel internacional, según un informe publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A pesar del crecimiento sostenido, la pandemia de COVID-19 ralentizó el ritmo de expansión a menos del 1% anual entre 2019 y 2022.
Esto implica que, unos 167,7 millones de migrantes internacionales formaban parte de la fuerza laboral mundial en 2022. Un aumento de más de 30 millones respecto a 2013, lo que demuestra el papel creciente de los trabajadores migrantes en la economía global.
La mayoría de los migrantes que forman parte de la fuerza laboral siguen siendo hombres, representando el 61,3% (102,7 millones), mientras que las mujeres sólo forman parte del 38,7% (64,9 millones) restante. Esta brecha retrata los obstáculos estructurales, barreras socioculturales y dificultades específicas en el acceso a oportunidades laborales.
¿Por qué los migrantes tienen mayor tasa de participación en la fuerza laboral internacional?
Los migrantes internacionales tienen una mayor tasa de participación en la fuerza laboral (65,8%) en comparación con los no migrantes (60,1%), principalmente porque este flujo de personas que se desplazan de sus países de origen suele estar impulsada por razones económicas.
Sin embargo, las mujeres migrantes enfrentan una tasa de participación menor (52,8%) en comparación con los hombres (77,9%), lo que refleja las dificultades adicionales que enfrentan en el mercado de trabajo.
El informe también destaca que la mayoría de los migrantes laborales se concentra en países de ingreso alto. Estos, absorben el 68,4% (114,7 millones) de la fuerza de trabajo extranjera y se explica por el mayor número de oportunidades laborales y los niveles de vida más elevados en estas economías.
A nivel regional, Europa Occidental, América del Norte y los Estados Árabes son los principales destinos. El 80,7% de las mujeres migrantes y el 60,8% de los hombres migrantes se se desempeñan en el sector servicios, en particular en trabajos de cuidado y domésticos. “Muchos países de destino sufren el envejecimiento de la población, y ello potencia la demanda de servicios de atención de salud y domésticos”, sostiene el informe.
Así y todo, los migrantes enfrentan mayores tasas de desempleo (7,2%) en comparación con los no migrantes (5,2%), debido a barreras como el idioma, el no reconocimiento de sus cualificaciones y la discriminación.
El caso de Latinoamérica y el Caribe
En el caso de Latinoamérica y el Caribe, la región tiene una doble función: como origen de importantes flujos migratorios y como destino para trabajadores de países vecinos.
Los migrantes laborales latinoamericanos están sobrerrepresentados en sectores como la construcción, agricultura y trabajo doméstico, donde a menudo enfrentan condiciones precarias y falta de protección social.
Además, los jóvenes representan una proporción significativa de los migrantes laborales de la región, en busca de mejores oportunidades económicas y educativas.
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La construcción es un sector con alto índice de accidentes laborales. Está sumando tecnología para prevenirlos, con apoyo del gremio.
Según el informe, los países de América del Norte siguen siendo los principales destinos para los trabajadores migrantes de la región, aunque con una leve caída en la participación respecto a 2013 por las políticas de migración en los últimos años, hecho que podría agravarse con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca con el endurecimiento de las medidas migratorias vaticinadas por el Gobierno de Canadá.
Al mismo tiempo, Latinoamérica también observó un incremento de migrantes provenientes de Venezuela, Haití y otras regiones, generando nuevos desafíos en términos de integración laboral y acceso a derechos laborales.
Empleo migrante: aseguran que es necesario implementar políticas inclusivas para la protección de los trabajadores
El estudio de la OIT resalta la necesidad de implementar políticas públicas inclusivas que promuevan la protección de los trabajadores migrantes, con especial atención a las mujeres y los jóvenes. Asimismo, se subraya la importancia de mejorar las condiciones laborales en los sectores de mayor demanda, especialmente en el trabajo doméstico y de cuidados, donde predominan las mujeres migrantes.
En conclusión, los trabajadores migrantes desempeñan un papel crucial en la economía global y regional. Sin embargo, es imprescindible abordar las barreras estructurales y garantizar la justicia social para que los beneficios de la migración se reflejen en condiciones laborales más equitativas e inclusivas.