La llamada «bomba rubia argentina» en el cine francés, oriunda de Gualeguaychú, en estos días es el centro del Ficer, la muestra de cine internacional que se realiza en esa provincia
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Tilda Thamar, la mítica «bomba rubia» nacida en Entre Ríos, y que fue estrella internacional.
Tilda Thamar, “la bombe blonde argentine”, la bomba rubia argentina, como le decían en Francia, escandalosa vampiresa del cine argentino y europeo de otros tiempos, es recordada ahora por sus paisanos con un altar de objetos personales y pinturas que llevan su firma. Sucede en estos días, durante el 6° Ficer, Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, un encuentro que se está desarrollando en una veintena de ciudades de la provincia, con proyecciones, competencias, charlas, talleres y recitales.
En pocos años el Ficer ha crecido mucho, y puede crecer aún más gracias a un reciente acuerdo con los festivales de San Sebastián y Málaga. Tiene una competencia nacional y una atendible muestra de cine extranjero (este año se destaca “Dahomey”, de Mati Diop, precandidata al Oscar), pero además ya tiene una personalidad propia, afirmada en secciones de cine específicamente entrerriano y litoraleño, expandido hasta Córdoba y Paraguay. Hay un mercado regional, y rescates de figuras importantes a través de la Cinemateca de Entre Ríos.
Este año esas figuras son Fernando Ayala, nativo de Gualeguay, director de “El jefe”, “Plata dulce”, “El arreglo” y otros títulos valiosos, la productora santafesina Marilyn Contardi y el maestro Jorge Surraco (Cinemateca restauró tres de sus creaciones, incluyendo “Este río, estas islas”, sobre el poeta Juanele Ortiz). Pero lo que llama la atención es el rescate de Tilda Thamar, actriz envidiada y endiosada en sus tiempos, luego olvidada, y ahora reivindicada.
Nacida en Urdinarrain, departamento de Gualeguaychú, como Matilde Abrecht, un día se rebautizó Tilda Thamar (esto último por Martha, su madre) y entró al espectáculo pisando fuerte. Elegante, agraciada y pícara, la eligieron directores como Manuel Romero, Saslavsky, Pierre Chenal, Soffici, Christensen, Edgar Neville, Henri Verneuil y Jesús Franco. Entre 1946 y 1974 actuó en unas 70 películas de Argentina, Francia, España y Alemania, entre ellas “Adán y la serpiente”, prohibida en Chile “por razones de moral y buenas costumbres”, “Ronde de nuit”, “La mujer desnuda”, “Paris canaille”, “El festin de Satanas” y “Los depredadores de la noche”, se casó con un conde francés y luego con un pintor español, que le hizo revivir su vocación inicial.
Así es como, ya grande, se dedicó a la pintura. Hubo buenas exposiciones de ella en Paris, y algunos de sus mejores cuadros son los que ahora se exhiben en el Ficer. Murió en 1989, víctima de un accidente de tránsito en el norte de Francia. Dos años después, una imagen suya protagonizó un último escándalo. Sucede que en 1949 Annemarie Heinrich le había tomado una preciosa foto artística. Desnuda. En 1991 Heinrich puso esa foto en la vidriera de su estudio de la Recoleta. Y aunque parezca mentira, solo por eso, le clausuraron el local.