Interminable. Fojas y fojas que se acumulan en un expediente secreto, que todavía no especifica con claridad el tenor de la denuncia. Wanda Nara y Mauro Icardi se mantienen en pie de guerra y todo parece ir en línea ascendente en este conflicto sin precedentes.
Tras el llamado a la policía para desalojar al futbolista de su piso de la torre Chateau de Núñez, la mediática ejecutó una maniobra peculiar al ingresar, supuestamente sin previo aviso, a su casa de Nordelta que le había cedido a su ex marido para morar unos días.
Ahí, en las entrañas de esa mansión, Mauro prendió la cámara de su teléfono de última generación importado y la filmó durante todo el tiempo que la famosa estuvo en esa propiedad. Y además expuso esos videos en sus redes sociales, con el supuesto motivo de exhibir que lo invadieron.
La confusión se multiplica en torno a esa movida, por eso la abogada de Icardi, Ángela Burgos, salió en Pocos Correctos a explicar las razones de esas grabaciones. “En la posición de violencia de género, los hombres están siempre muy mal parados. Al hombre no se le cree y a la mujer se le cree todo”, expresó.
Y respecto a la idea de Mauro de grabar a Wanda Nara, la letrada razonó y transmitió el verdadero fundamento de semejante exposición: “Fue una buena medida la que él tomó porque quedó asentado que él no era el que estaba invadiendo el espacio de ella”.
Y para concluir, la abogada de Icardi agregó: “Eso no se lo veían venir, pero evitó un conflicto en materia penal, que los hombres desafortunadamente siempre tienen una mirada negativa y tienen que remarla muchísimo para poder remontar y decir ‘no soy un violento’”.