La vicepresidenta, Victoria Villarruel, inició una contraofensiva contra el entorno inmediato del presidente Javier Milei: presentó dos denuncias en los tribunales en las que afirma que es víctima de un hostigamiento que tiene como objetivo «atacarla en su rol de titular del Senado», y agrega que se busca «descabezarlo» para «aniquilarlo» como «contrapoder». En otro párrafo de esos escritos asegura que esa persecución excede a «la libertad de expresión», y da vuelta a su favor la versión oficialista de que está encabezando conspiraciones para que Javier Milei deje el poder. Afirmó que la que sufre un intento de golpe constitucional es ella.
Los acusados por Villarruel de cometer delitos graves en las redes para desgastar su figura son la diputada Lilia Lemoine, una de las dirigentes libertarias más allegadas a Milei; y el periodista de La Derecha Diario, Javier Negre.
También el biógrafo presidencial, Nicolás Márquez. Además, la vice incluyó en sus denuncias a cuentas “verificadas” de X, entre las que mencionó a @eltrumpista, @El_Pubertario y a @Mialygosa.
En sus dos escritos, que tras un sorteo quedaron bajo investigación del juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi, Villarruel ratifica que los aludidos “participan de forma diaria, metódica e insistente en la publicación de insultos, improperios, hostigamiento e incitación al odio de la ciudadanía en general y atacan contra el poder que presido, la figura de la presidencia del H. Senado de la Nación, mi persona, mi círculo de confianza personal, familiar y laboral”.
En su denuncia incluyó textos difundidos en «X» por esos usuarios, a los que pide que sean investigados varios delitos, entre ellos el de instigación al odio y atentado contra el orden constitucional.
La denuncia contra Negre fue presentada aparte del segundo escrito, en el que incluyó a su “némesis” legislativa, Lemoine, una de las libertarias más críticas de su figura. Este lunes, el presidente Milei llegó al evento de la Fundación Faro, donde dio un discurso, acompañado de esa diputada. Su amistad con ella es total. La vice pegó donde le duele a Milei, después de meses de recibir críticas guardando silencio o respondiéndolas en las redes. Ayer dio un paso más y llevó el tema a tribunales.
Villarruel escribió párrafos durísimo en su denuncia, aunque especialistas en Derecho consultados por Clarín opinaron que la presentación no tiene, por el momento, sustento jurídico: «Del texto de las expresiones transcriptas en el anexo, se advierte con claridad que éstas exceden los límites de cualquier crítica legítima, y constituyen una contumaz incitación al odio y a la violencia institucional, contra mi persona en tanto titular del H. Senado de la Nación”. Y entonces agregó el punto más sensible: dijo que los acusados de atacarla buscan hacerla renunciar a su cargo para suprimir al propio Senado: para ella, lo que denuncia como ataques sistemáticos, están procurando “descabezarlo (al Senado) y aniquilar su rol como contrapoder y en tanto sostén del orden republicano.
Su respuesta a los dichos de Milei, que la acusó de ser parte de la oposición, y de buscar desgastarlo, e incluso afirmó que ella impulsó una corrida bancaria, nunca habían ido tan lejos. La Casa Rosada evitó dar su opinión al respecto.
Pero sí lo hicieron Lemoine y Negre. “Es ridículo… ¿De pronto dice que nosotros atentamos contra el orden constitucional? Es una mujer que traicionó a todos los votantes de Milei. Se dio vuelta como una media y no soporta que digamos la verdad. Y no aguanta humoradas de tuiteros. Nos mintió. Empiezo riéndome pero después me pongo a llorar… Supongo que tendrá el resultado que su carrera política: se desmorona como castillo de naipes”, sostuvo Lemoine.
El editor Negre se molestó porque Villarruel ataca “a la libertad de expresión. Se enojó porque mi medio mandó a un cronista a preguntarle por qué había traicionado a Milei. No me va a hacer callar”, afirmó, entre otros cuestionamientos de ese estilo. La vice contraatacó. Esta historia continuará.