El anuncio del ministro Caputo, confirmando el nuevo acuerdo con el FMI, es un síntoma fuerte de la profunda crisis que atraviesa el Gobierno de Milei. Por un lado, porque contradice el relato de todos los funcionarios que repitieron hasta el hartazgo que no habría ningún tipo de devaluación, a pesar de la corrida cambiaria y las evidentes expectativas que había en un nuevo tipo de cambio. Por el otro, porque aceptar un cambio no deseado en su política cambiaria revela la urgencia por la llegada de fondos frescos.
Un gobierno apurado, que se quedó sin dólares y fracasó en su idea de llegar a las elecciones con el tipo de cambio planchado, terminó aceptando la devaluación que impuso el FMI para fortalecer las reservas de un Banco Central que, en lo que va del año, cayeron en 4.881 millones de dólares.
Las #Reservas terminan en u$s 24.726 millones
En el día suben u$s 12 millones🟢
En el mes bajan u$s 326 millones🔴
En el año caen u$s 4.881 millones🔴Hoy el BCRA vendió u$s 398 millones🔴 pic.twitter.com/Esk8ZFgTMF
— Christian Buteler (@cbuteler) April 11, 2025
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El FMI terminó torciéndole el brazo a Caputo, que viene quemando reservas desde que empezó la corrida cambiaria a fines de marzo con tal de que no se le dispare el precio del dólar. Pero no es la primera vez que sucede: en 2018, unos meses después de que Mauricio Macri anunciara el retorno del FMI a la Argentina, Caputo salió eyectado del gobierno de Cambiemos por una situación bastante parecida.
En aquel entonces el Fondo tuvo que ver directamente con su salida, que se dio en medio de negociaciones por las tensiones que generaba el plan económico y el esquema cambiario. Caputo en ese entonces rechazaba la política de bandas que proponía el Fondo, optando por una postura más intervencionista vendiendo dólares para frenar la suba del dólar. Igual que ahora. Su renuncia fue un día antes de que se anunciara la renegociación del acuerdo con el FMI, que incluyó un adelanto de u$s 18.800 millones y la instalación de este nuevo régimen cambiario, con «bandas de flotación» que iban desde los $34 a los $44. Las consecuencias fueron mayor incertidumbre cambiaria, fuertes presiones devlauatorias y una inflación que se disparó, duplicando los niveles de 2017 y sentenciando la suerte del Gobierno.
Fin @madorni. pic.twitter.com/q5bFwbX1km
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) April 11, 2025
El esquema se repite casi siete años más tade. Con una cifra muy parecida (15 mil millones de dólares), se anuncia un mismo esquema de bandas que «flotará» entre los $1.000 y los $1.400. Un eufemismo para no hablar de devaluación y evitar reconocer que el precio del dólar se ubicará mucho más cerca de su techo que de su piso.
Después de cancherear poniendo la cotización oficial a moverse sólo 1% mensual desde enero y criticando a quienes hablaban de atraso, ahora para recibir la guita Milei, Caputo y Bausili se tendrán que quedar mozzarella mirando como el billete verde trepa sin poder actuar
— Esteban Mercatante (@EMercatante) April 11, 2025
Las consecuencias son difíciles de prever, pero por lo pronto agregarán presión a la inflación que este mismo viernes alcanzó su valor más elevado en los últimos 7 meses marcando 3,7% en el promedio general y 5,9% en el rubo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que es a donde se destinan los ingresos de la enorme mayoría de los trabajadores.
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Además Caputo tendrá libre disponibilidad de los fondos para intervenir cuando el dólar pase los $1.400, lo que generará que pasado ese precio pueda volver a usar el préstamo para mantenerlo. Una situación que podría retroalimentar el problema de origen, retrasando el tipo de cambio frente a la inflación y a su vez quemando las reservas que el FMI pretende para el BCRA.
Esta película ya se ha visto. Un combo de devaluación más inflación que golpea duro a la enorme mayoría de la población para favorecer los negocios y la especulación de un puñado de grandes capitalistas. Y que reafirma la necesidad de enfrentar seriamente este saqueo y sin medias tintas, multiplicando la fuerza que se vio en el paro general de este 10 de abril e imponiendo una huelga general, hasta derrotar todo el plan del Gobierno y el FMI.