Operadores del mercado consideran insostenible a largo plazo las operaciones de carry trade, por las cuales se invierten pesos a tasas más altas que el avance del dólar, para luego reposicionarse en moneda norteamericana, pero por ahora el Gobierno parece cómodo con esta operatoria, que le permite mantener a raya el mercado cambiario.
Para los analistas, la continuidad del crawling peg en el 1% mensual, con tasas en pesos que rinden más del 2%, le da aire al esquema de carry trade.
El Gobierno contiene la brecha con reservas y crece el plazo fijo
Esto incentiva las colocaciones a plazo y la inversión en fondos comunes.
La pregunta es cuánto más puede resistir este esquema. Por ahora, muchos coinciden en que podría durar hasta las elecciones legislativas de octubre próximo. Luego, el Gobierno definiría la salida del cepo cambiario y se produciría una apreciación del dólar que, como siempre ocurre, buscaría recuperar el terreno perdido para equilibrar las paridades.
Con un Gobierno en campaña electoral, está claro que cualquier ruido cambiario sería piantavotos. Así, la administración de Javier Milei pretende llegar a octubre con inflación en torno al 1 por ciento y dólar retrasado, que históricamente ha sido garantía de triunfo en la Argentina.
El principal argumento de campaña del oficialismo será la baja de la inflación, un logro que podría verse afectado si el dólar empieza a subir.
No obstante, analistas financieros alertan que este objetivo puede sufrir algunas turbulencias. Según la consultora LCG, el mantenimiento del esquema dependerá del comportamiento de los dólares financieros, que permanecen estables debido a la intervención del BCRA, que se traduce en un fuerte drenaje de reservas.
Esa consultora coincide en que esta política cambiaria es insostenible a largo plazo. Y alerta que la pérdida constante de reservas vía intervención plantea dudas, que el Gobierno intenta matizar cerrando un nuevo acuerdo con el FMI.
Los propios técnicos del Fondo Monetario vienen objetando este mecanismo de intervención y el mantenimiento del denominado dólar blend, por el cual se le permite a los exportadores liquidar el 20% de sus dividas a través de los dólares financieros.
Especialistas del mercado consideran, además, que la baja de depósitos en dólares se seguirá produciendo justamente por la búsqueda de mayores rendimientos, y siempre y cuando se sostenga la expectativa de estabilidad cambiaria.
Las colocaciones a plazo fijo fueron las únicas en registrar aumentos en febrero, del 11% mensual real, impulsadas por el esquema de carry trade. En comparación con el año anterior, subieron 65%.
Analistas creen que durante las próximas semanas la remuneración de los pesos le ganará tanto a la inflación como al tipo de cambio. ´
Este fenómeno se daría especialmente en el segmento comercial, donde actúan los importadores y exportadores.
Semanas atrás, el propio gobierno le recomendó a la cadena agroindustrial seguir aprovechando las ventajas coyunturales del carry trade.
¿Hasta cuándo será negocio el carry trade?
Todo indica que el crawling peg del 1% difícilmente sea modificado de acá a las elecciones, por lo que convendrá seguir apostando a los rendimientos en pesos.
En el mercado también tienen clara la decisión del Banco Central de seguir interviniendo en el mercado financiero para impedir un alza de los dólares bursátiles. «El objetivo es mantener la brecha por debajo del 20%, eso está claro», explicaron economistas de unas de las casas de cambio top.
Impulsados por el esquema de «carry trade» que incentiva el Gobierno, los depósitos a plazo fijo experimentaron un fuerte incremento en febrero, consolidándose como la opción de inversión más elegida, a pesar de la suba del dólar MEP.
Según el último Informe Monetario Mensual del Banco Central (BCRA), estas colocaciones crecieron un 6,4% en términos reales, superando el avance del dólar MEP, el tipo de cambio que más aumentó en el segundo mes del año (cerca de +3,5% real). Las brechas entre el dólar oficial y los financieros giran en torno al 15%.
Dentro del segmento de Prestadoras de Servicios Financieros, se destaca el papel de los Fondos Comunes de Inversión Money Market, cuyo patrimonio aumentó 1,8% en términos reales.
La mayor disponibilidad de fondos favoreció las colocaciones a plazo fijo, mientras que los depósitos a la vista remunerados sufrieron una contracción mensual del 8,1% en términos reales.
En cuanto a la tasa de interés, los plazos fijos mayoristas, operados principalmente por empresas, promediaron 30,1% nominal anual, ubicándose 7,2 puntos porcentuales por encima de la tasa aplicada a los depósitos a la vista.
¿Se mantendrá la demanda de dólares?
Analistas prevén que la demanda de dólares por parte de la población empezará a disminuir, tras dos meses con presiones alcistas constantes, lo que forzó al Banco Central a intervenir con mayor intensidad en el mercado en el que operan el dólar MEP y contado con liquidación (CCL) para que la brecha respecto al tipo de cambio oficial no se ampliará mucho más.
Para la consultora 1816, la fuerte demanda de dólar MEP que se observa desde principios del año se debe, al menos en parte, a la constante presión minorista para abonar los consumos en dólares realizados con tarjetas de crédito durante las vacaciones de verano, en medio del repunte de viajes al exterior por parte de los argentinos.
Por su parte, Portfolio Personal Inversiones coincide en que gran parte de la demanda de dólares está vinculada a los consumos de divisas para las vacaciones de verano en el exterior. Por la diferencia de las cotizaciones, en este momento la mayoría de los viajeros no abona esos consumos con pesos más recargos e impuestos, sino que lo hace directamente con dólares propios.
Esto favorece la estrategia del Gobierno de captar divisas de cuanto mercado sea posible. Si se tiene en cuenta que los meses con mayor flujo de argentinos viajando al exterior son enero y febrero, y que la cantidad disminuye a partir de marzo, la presión de demanda de dólar MEP debería empezar a reducirse, lo que conduciría a mayor calma cambiaria.
En enero, el 70% de los gastos en el exterior con tarjetas se realizaron con dólares propios, lo cual explica bastante la presión sobre la brecha cambiaria y también el incremento de la intervención oficial directa durante los primeros dos meses del año», agrega el bróker .
El Gobierno espera por los dólares del FMI y del campo
En este escenario, los «dólares frescos» que se obtengan de la negociación con el FMI serán claves para el mercado financiero, porque permitirían fortalecer las reservas del Banco Central, uno de los principales requisitos para avanzar con la eliminación del cepo cambiario.
A esto hay que sumarle que antes de fines de marzo arrancará la mayor liquidación de divisas del sector agroexportador, lo cual aliviará el escenario de reservas.
Ante la expectativa de que las cotizaciones financieras del dólar se mantendrían entre estables y bajistas en el corto y mediano plazo, inversores prefieren demandar instrumentos en pesos que ofrece el mercado, con el objetivo de aprovechar los rendimientos, lo que termina redundando en mayor calma cambiaria.
El BCRA también ha intensificado su intervención en el mercado cambiario para contener la volatilidad. Según datos presentados por Vladimir Werning, vicepresidente de la entidad, se destinaron más de u$s 1.600 millones desde julio de 2024 para la compra de bonos en el mercado secundario, de los cuales u$s619 millones se utilizaron solo en las primeras dos semanas de enero de 2025.
Por ahora, la estrategia cambiaria del Gobierno funciona, a la espera de que se conozca lo acordado con el FMI en esta cuestión clave, lo que por ahora es un misterio.