Rolando Graña y su esposa Giselle Kruger definieron el futuro escolar de Alina. La hermosa nena comienza la primaria y la realidad familiar y rutinaria cambia. Por eso, el conductor de América Noticias, por América, y su mujer, comunicadora, hicieron un importante acuerdo sobre la educación anual de la nena. «Quiero disfrutarla ahora… ¿Sino cuando?».
«Alina arranca primer grado el lunes… Y fui la única mamá en anotarla sólo media jornada. Sólo Nelson me entenderá», compartió Giselle, mujer de Rolando, a través de su cuenta de Instagram. «El horario de la jornada completa es de 7:30 a 17:15, me parece un montón. Yo la voy a extrañar. Además, quiero disfrutarla ahora… ¿sino cuando?», planteó la periodista, a través de sus historias.
«Claro que si ella quiere quedarse, se quedará sin reparos. No es una decisión egoísta. De verdad todavía disfrutamos de estar juntas», se sinceró. Fue sobre la importante decisión que tomaron con Rolando. Y que marcará el ritmo de este año lectivo de la pequeña.
A comienzos de año, Rolando y Giselle se llevaron un susto grande. Un problema de salud de la nena de tan solo 6 añitos se acrecentó con el correr de los días y los alarmó mucho…. Alina tuvo que ser internada en 2 oportunidades a consecuencia de una bacteria que generó malestares y dificultades en su organismo. «Son imágenes que quisiera olvidar para siempre».
EL SUSTO DE SALUD DE LA HIJA DEL CONDUCTOR
«Hace 10 días, Alina contrajo la bacteria que más le temí toda mi vida, la que provoca el SUH», amplió la periodista, en referencia al temido Síndrome Urémico Hemolítico, una enfermedad grave que afecta a los riñones y al sistema urinario.
«Empezó con dolores de panza, luego diarrea con sangre…», recordó Kruger sobre la seguidilla de sintomatologías que sufrió la nena en los últimos días. Entonces, precisó: «Después de llevarla 3 veces a la guardia, pedimos que la dejen internada».
«Estuvo 48 horas con muchos dolores. Contaría el cuadro en detalle, pero son imágenes que quisiera olvidar para siempre. Deseaba con todo mi corazón que eso me estuviera pasando a mí y no a ella. Sucede que en estos casos, el SUH es una posibilidad, de que desencadene o no depende solamente del destino. Así de enloquecedor es todo. Pero cuando todo parecía alejarse, nos alertaron que hay una ventana de días en la cual el maldito síndrome puede aparecer, y eso nos terminó de liquidar«, contó Giselle en su momento.