Distat Festival en Choele Choel, provincia de Rio Negro, es una bienal de arte y música de lo más singular. En la localidad de diez mil habitantes, no hay auditorios ni teatros, tampoco pianos en ninguno de los pueblos aledaños. Uno de los sellos del festival -que incluye además de música, artes visuales e interdisciplinarias, danza y cine- es el uso de locaciones poco habituales: una sede de bomberos voluntarios, el galpón de una chacra, un aeródromo, fábricas abandonadas, transformando la ritualidad de los conciertos en experiencias inmersivas y peculiares.
Pero también lo es el uso de combinaciones instrumentales atípicas en la programación, alejándose de los formatos clásicos más utilizados en la música contemporánea.
Con la quinta edición de la bienal, que comienza el14 de febrero, se celebrará su décimo aniversario. Todavía están presentes los esfuerzos que requirió la primera edición, tan monumentales que por la hazaña recuerdan el filme Fitzcarraldo. Los pianos tuvieron que trasladarse desde Buenos Aires, junto con la percusión, hasta el aeropuerto más cercano a Choele Choel en Neuquén. Luego, el acarreo se completó con tres horas de viaje vía terrestre.
Detrás del proyecto está el músico José Serrano, discípulo de Mariano Etkin y alumno de Salvatore Sciarrino, que se propuso cumplir el sueño de convertir su pueblo natal en una usina de producción y enseñanza artística y, según declaró, no piensa parar hasta llevar una orquesta grande, como la Filarmónica de Berlín.
“Cada vez que alguien de Buenos Aires me pregunta ‘¿por qué no lo hacés en Buenos Aires?’, me resulta más evidente lo sesgada que es esa perspectiva. No debería ser necesario explicar que todas las ciudades del país merecen un festival como Distat. Hay muchos discursos sobre el federalismo, pero poca concreción en la práctica”, reflexiona Serrano y asegura que, a pesar de los enormes esfuerzos, está feliz de haber sostenido el proyecto todos estos años junto a su equipo.
“Es fundamental que la comunidad local tenga acceso a una gran diversidad de expresiones y, sobre todo, que entienda que es posible construir una vida en torno a estas disciplinas. Descubrirlo temprano en la vida hace una gran diferencia”, concluyó el músico.
Diez años de estrenos locales e internacionales
A lo largo de estos diez años se estrenaron en Distat festival obras tanto de compositores locales como internacionales, entre los que figuran Salvatore Sciarrino, Georg Friedrich Haas, Fausto Romitelli, Justė Janulytė, Linda Catlin Smith, Stefano Gervasoni, María Cecilia Villanueva y Mariano Etkin.
También pasaron grandes intérpretes, como The Riot Ensemble (UK, ganador del premio Siemens a mejor ensamble del año en 2019), Quartetto Maurice (Italia), Ensemble Aventure (Alemania), Duo Stump-Linshalm (Austria), Dúo Dillon-Torquati (Italia), Richard Craig (Escocia), entre otros.
“El mayor logro para mí -sostiene Serrano- es haber encargado y estrenado más de 70 obras de jóvenes compositores También nos hemos arriesgado al programar, hace seis, ocho y diez años, a compositores que hoy son figuras emergentes o consolidadas, como Justė Janulytė, Giuliano Bracci, William Dougherty, Anna Korsun, Giulia Lorusso, Daniele Ghisi, Joanna Bailie, Eden Lonsdale y John Croft, entre otros. Muchos de ellos nunca habían sido interpretados en la Argentina”.
En la presente edición, la obra de Bernhard Lang para doble cuarteto -de cuerdas y vocal-, encargo conjunto de Distat con festivales europeos, tendrá su estreno argentino con la presentación conjunta del Quartetto Maurice (Italia) y SoloVoices (Suiza). También una obra de Justė Janulytė, compositora lituana poco interpretada en Buenos Aires.
En la programación actual también se destaca el Concierto Codex en el que dialogan obras barrocas y renacentistas del Perú, Paraguay y Bolivia, escritas por compositores anónimos de pueblos originarios, junto con estrenos de compositores contemporáneos, como Ana Gamboa (Ecuador) y Horace Bravo (Argentina).
Las compositoras María Cecilia Villanueva (Argentina) y Patricia Alessandrini (Estados Unidos) tendrán sus respectivos conciertos monográficos, a cargo de The Riot Ensemble y la agrupación local Tambor Fantasma, más invitados.
La Cuerda Grupa (Argentina) y la artista de danza María Zegna (Argentina) presentarán sus performances interdisciplinarias.
Un concierto que puede olerse
Osmo, concierto sono-olfativo a cargo de Bruno Mesz y Sebastián Tedesco, promete ser una de las experiencias más singulares.
Osmo es una especie de “órgano de aromas” y, según se explica en las notas de programa, “es un dispositivo artístico y tecnológico de alta precisión que combina elementos de electrónica, programación y mecánica para crear una experiencia sensorial única mediante la vaporización y dispersión de esencias aromáticas líquidas. A través de un sistema de control manual y automático… Su diseño está pensado tanto para la exhibición artística como para su integración en experiencias interactivas y performáticas”.
La idea está inspirada en las teorías de Septimus Piesse, perfumista francés del siglo XIX, que inventó la noción de notas y acordes olfativo, y diseñó en 1867 una “escala de aromas”, donde cada nota se corresponde con un perfume.
La mayor dificultad para un festival de estas características sigue siendo el financiamiento. “Siempre debemos presentar proyectos a múltiples instituciones y contactar a muchos mecenas -cuenta Serrano-, lo que implica un trabajo inmenso. Nos gustaría contar con más apoyo, tanto del sector privado como del ámbito nacional”.
Ficha
Bienal Distat, Choele Choel, provincia de Rio Negro
Conciertos, performance, muestra de artes visuales e interdisciplinarias. Obras de Ana Gamboa (Ecuador), María Cecilia Villanueva (Argentina), Justė Janulytė (Lituania), Bernhard Lang (Austria), Carolina Fernández (Argentina), Maria Zegna (Argentina), entre otros. Choele Choel. Del 14 al 22 de febrero.