Tras participar el próximo lunes de la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, Javier Milei viajará a Suiza para estar en el Foro Económico de Davos, donde se lo presenta como una de las principales figuras mundiales.
El año pasado, el Presidente tuvo un rol estelar y aprovechó para amonestar a sectores del empresariado por no animarse a dar pasos más firmes para avanzar en la agenda liberal.
Javier Milei en el Foro de Davos: inversiones y críticas al socialismo
El mandatario argentino disertará media hora el jueves 23 por la mañana, acompañado por el anfitrión, el presidente y CEO del WEF, Borge Brende.
El año pasado, Milei dejó el mensaje «Occidente está en peligro», mediante el cual cuestionó la agenda 2030 y fue en contra de los temas que se plantean en el propio foro, como la lucha contra el cambio climático, la inclusión y la agenda de género.
Ahora, el jefe de Estado argentino buscará poner al país en el foco de la agenda de inversiones internacionales, al acentuar las oportunidades que tiene el país en energía, minería, energía nuclear y tecnología, y exhibirá la estabilización económica y la baja de la inflación, como parte de los «éxitos» de este poco más de primer año de gestión.
También aprovechará la oportunidad para volver a diferenciarse de los postulados keynesianos, en el marco del debate intelectual que siempre le gusta dar, mientras cuestiona la «agenda socialista».
Milei ponderará que el equilibrio fiscal, monetario y cambiario explican el avance de su programa y dirá que la economía argentina ya empezó a crecer, con más fuerza cada vez.
Además, destacará que la baja de la inflación permitió disminuir en unos 20 puntos los índices de pobreza, y que los planes sociales ya permiten a las familias afrontar la canasta básica.
El presidente argentino también sostendrá que, a diferencia de lo que pregona el kirchnerismo, esta vez no hubo necesidad de impulsar artificialmente el consumo, o la demanda agregada, para posibilitar la recuperación del nivel de actividad, como sí sostienen los keynesianos.
Entre otros, Milei se inspira en el economista Alberto Alesina, creador del concepto de «austeridad expansiva», según el cual el retiro de parte de la actividad pública posibilita la expansión de la actividad privada, por ejemplo, vía baja de impuestos. En el mundo académico se conoce a ese concepto como «crowding in».
Es lo que viene sosteniendo el ministro de Economía, Luis Caputo, en los últimos meses, al explicar que las mejoras del escenario fiscal permitirán al Gobierno ir bajando la presión impositiva para que las empresas puedan desarrollarse con más fuerza, y generar empleo.
El nivel de actividad cayó en el primer semestre, pero se recuperó durante el segundo. Según los cálculos que maneja el equipo económico, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de octubre de 2024 se ubicó 2,3% por encima del nivel de diciembre de 2023.
A diferencia de lo ocurrido el año pasado, el Gobierno pretende poner en marcha en este 2025 obras de infraestructura vial e inversiones en ferrocarriles. Esto se espera que contribuya a impulsar un mayor crecimiento económico. Parte de esas obras son los miles de kilómetros de rutas que se concesionarán.
Según el economista Juan Carlos De Pablo, habitual interlocutor de Milei, «a comienzos del siglo XXI los argentinos estropeamos buenas ideas, como la de inducir a hundir capitales, que se recuperarían con tarifas. Miles de millones de dólares, que provocaron enormes quebrantos como consecuencia del congelamiento de las tarifas, mucho más allá de lo razonable. Es lógico, por ende, que quienes encaren estas obras pretendan tener mayores seguridades referidas a sus inversiones».
Este nuevo foro de Davos será una oportunidad para Milei de exhibirse más como estadista y no tanto como político en campaña lanzando dardos a todos lados, estiman analistas políticos.
Además, será una oportunidad de reencuentro con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, quien acaba de calificar de «impresionante» el plan argentino, en el marco de las negociaciones de un nuevo programa con el organismo que debería disparar fondos frescos para el país.
El Foro de Davos, en un contexto internacional tenso
La reunión anual 2025 del WEF «llega en un momento de incertidumbre global sin precedentes, impulsada por tensiones geopolíticas, fragmentación económica y un cambio climático acelerado», dijo el CEO del encuentro, que arrancará este lunes.
Además de Trump, vía videoconferencia, y Milei, en el encuentro en la nieve habrá representantes de Europa, China y más de 300 líderes políticos.
El Foro también contará con el regreso de Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, que tendrá un apartado con empresarios para analizar la reconstrucción del país en medio del conflicto que subsiste con Rusia. En total también se esperan más de 1.300 participantes del sector empresarial.
La delegación argentina deberá estar también muy atenta a identificar posibles oportunidades de inversión, una de las claves que necesita el país para alcanzar un crecimiento sostenido.
Milei es muy esperado en la villa alpina suiza y presentado en la agenda como la tercera personalidad mundial más destacada, detrás de Trump y de Ding Xuexiang, vicepresidente chino.
El mandatario argentino será acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo; el canciller, Gerardo Werthein; su jefe de Asesores, Demian Reidel; y el secretario de Ciencia, Leandro Genua. La presencia de Reidel permitirá mostrar también cómo piensa desarrollarse el ambicioso programa nuclear argentino, que puede tener un rol clave para alimentar a la inteligencia artificial.
En las sesiones anunciadas hay varias estrellas del Silicon Valley que Reidel acercó al presidente argentino.
Entre los líderes globales se destaca la presencia del canciller alemán, Olaf Scholz; el español, Pedro Sánchez, el presidente de Israel, Isaac Herzog; y también de Mohammed Mustafa, primer ministro de la autoridad Palestina.
Según un sondeo realizado por el Foro, los conflictos armados entre países se perfilan como el principal riesgo inmediato para 2025, lo que refleja el aumento de las tensiones geopolíticas y la fragmentación a escala mundial.
Pero también hay preocupación por la desinformación y la información errónea, porque pueden socavar la confianza en la gobernanza.
Además, los riesgos medioambientales dominan el horizonte a 10 años, encabezados por los fenómenos meteorológicos extremos, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas.
En esta oportunidad habrá poca presencia de empresarios argentinos. Entre los más notorios que dirán presente se anotó Marcos Bulgheroni, de la petrolera PAE.