lunes, 6 enero, 2025
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Azúcar y edulcorantes: revelan su verdadero impacto en la salud

Tanto el azúcar como los edulcorantes artificiales dividen opiniones: uno por su alto impacto calórico, el otro por sus posibles efectos en el microbioma y el metabolismo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El consumo de alimentos y bebidas dulces está profundamente arraigado en las culturas de todo el mundo. Sin embargo, en los últimos años, los debates sobre los riesgos, los beneficios del azúcar y los edulcorantes artificiales cobraron fuerza, informa GQ.

Mientras que en sus primeros años los edulcorantes se promocionaban como una alternativa saludable al azúcar debido a su bajo contenido calórico, investigaciones recientes plantearon dudas sobre su impacto real en la salud.

Por otro lado, el azúcar, aunque más natural, sigue siendo señalado como un factor clave en problemas de salud pública como la obesidad y la diabetes. Entonces, ¿cuál es la mejor opción?

Desde la aprobación de los edulcorantes artificiales como el aspartamo, la sucralosa y la estevia por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), su popularidad creció exponencialmente.

Estas sustancias tienen la capacidad de endulzar los alimentos y bebidas con una intensidad mucho mayor que el azúcar y con una fracción de sus calorías.

Los edulcorantes artificiales, con menos calorías que el azúcar, también presentan un menor impacto en la resistencia a la insulina (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, la percepción inicial de que eran completamente inofensivos fue matizada por nuevas investigaciones.

Uno de los puntos más debatidos es su impacto en el microbioma intestinal, el conjunto de bacterias que viven en el intestino y desempeñan un papel crucial en la digestión, el metabolismo y la inmunidad.

Según la gastroenteróloga Ritu Nahar, edulcorantes como la sacarina y la sucralosa alteran de manera más significativa el equilibrio bacteriano en el intestino en comparación con el aspartamo, que tiene un efecto menos pronunciado.

El azúcar, consumido con moderación, puede no representar un riesgo para quienes no tienen problemas metabólicos o intestinales (Imagen Ilustrativa Infobae)

En términos metabólicos, los edulcorantes artificiales tienen una ventaja sobre el azúcar. Dado que contienen menos calorías, tienen un menor impacto en la resistencia a la insulina y la obesidad, dos condiciones vinculadas al consumo excesivo de azúcar.

Sin embargo, existe controversia sobre si los edulcorantes alteran la capacidad del cuerpo para regular el apetito, lo que podría llevar a un consumo excesivo de alimentos.

Aunque esta hipótesis es plausible, aún falta evidencia concluyente en estudios realizados en humanos.

El azúcar, por su parte, sigue siendo un ingrediente omnipresente en nuestra dieta. Aunque es una fuente de energía inmediata, su consumo excesivo está relacionado con una serie de problemas de salud, incluidos el sobrepeso, las caries dentales y las enfermedades cardiovasculares.

No obstante, para quienes no enfrentan restricciones metabólicas o problemas de salud intestinal, el azúcar en cantidades moderadas puede no representar un riesgo grave.

Según expertos, el problema radica más en el consumo excesivo que en el ingrediente en sí mismo.

Los expertos coinciden en que la moderación en el consumo de azúcar y edulcorantes es clave para una dieta balanceada (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para quienes buscan un camino alternativo, los sustitutos naturales del azúcar como el fruto del monje, la miel, el agave y el azúcar de coco ofrecen una opción interesante.

Estos productos suelen derivarse de fuentes naturales y pueden tener beneficios adicionales.

El fruto del monje demostró tener efectos positivos en el microbioma intestinal. La miel, por otro lado, contiene antioxidantes y propiedades prebióticas que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Sin embargo, no todo lo natural es automáticamente beneficioso.

Independientemente de la elección, los expertos coinciden en que la moderación es esencial. Ni el azúcar ni los edulcorantes artificiales deben consumirse en exceso.

Reemplazar el azúcar con edulcorantes artificiales no garantiza una mejora en la calidad de la dieta si no se acompañan de cambios generales en los hábitos alimenticios.

Cada persona tiene diferentes necesidades y objetivos de salud. Por ejemplo, quienes padecen diabetes o intentan perder peso podrían beneficiarse más del uso de edulcorantes artificiales debido a su menor impacto en los niveles de azúcar en sangre.

Por otro lado, para quienes consumen dulces de manera ocasional y no enfrentan restricciones de salud, el azúcar puede ser una opción válida.

La falta de estudios a largo plazo en humanos impide un consenso claro sobre los riesgos y beneficios del azúcar y los edulcorantes artificiales (Imagen Ilustrativa Infobae)

A pesar de décadas de investigación, aún no existe un consenso claro sobre cuál es la mejor opción entre el azúcar y los edulcorantes artificiales. Parte del problema radica en la falta de estudios a largo plazo realizados en humanos.

La mayoría de las investigaciones actuales se basan en estudios en animales o en experimentos a corto plazo, lo que limita la comprensión completa de sus efectos en la salud humana.

El debate sobre el azúcar y los edulcorantes artificiales refleja la complejidad de las decisiones alimenticias en un mundo donde la salud y el placer a menudo entran en conflicto.

Si bien no hay una respuesta universal, optar por la moderación, prestar atención a las necesidades individuales y considerar alternativas naturales pueden ser pasos importantes para disfrutar del dulce sabor de la vida sin comprometer la salud.

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