Un avión en el que sólo viajaban el piloto Martín Fernández Loza, de 44 años, y el copiloto Agustín Orforte, de 35, despistó y se estrelló este martes contra una vivienda de la localidad bonaerense de San Fernando, cobrándose la vida de ambos tripulantes y provocando un desastre en las viviendas afectadas, accidente que se encuentra en plena investigación.
Se sabe que la aeronave, que pertenece a la familia de Jorge Brito, llegaba de Punta del Este y se esperaba que aterrizara en el aeropuerto de esa ciudad, pero no logró llegar a destino. Tras 34 minutos de vuelo, despistó antes de su arribo e impactó en algunas viviendas aledañas, lo que generó pánico total en los vecinos del lugar.
Según informaron desde la Municipalidad de San Fernando, hasta el momento, se desconoce qué fue lo que originó el accidente, por lo que la investigación quedó en manos de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, con el fin de esclarecer el hecho. No obstante, los investigadores barajan tres principales hipótesis:
- Desperfecto técnico.
- Error humano.
- Algún problema de salud del piloto que haya originado la pérdida del control del vuelo
En horas de la tarde, se encontraban reunidos en el Comité de Crisis para intentar comprobar si fue un error humano o una falla mecánica, según informaron en C5N.
La aeronave era un Bombardier Challenger 300 LV-GOK, uno de los modelos más confiables del mercado.
En diálogo con C5N, el piloto de avión Ezequiel Sicardi se refirió a los posibles motivos que podrían haber generado la tragedia, y no descartó que se haya tratado de un error humano o de un desperfecto técnico.
«La falla mecánica puede existir siempre, este tipo de aviones al momento del aterrizaje tienen un sistema llamado auto brake, que es super potente a tal punto que los sistemas de frenado son más eficientes que el propio reversor de las turbinas», detalló el piloto.
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