Jorge Rial analizó una serie de actitudes que tuvo Yuyito González en los últimos días y decidió que algunos cambios que observó están anunciando que algo pasa en su relación sentimental con el presidente Javier Milei. Para el conductor de Argenzuela, el noviazgo tiene los días contados o ya está en el tramo final, al borde de la ruptura.
Lo que advirtió Rial es que Yuyito no está igual en algunos aspectos, pero sobre todo en uno que considera fundamental. Desde que blanqueó su vínculo con el primer mandatario, Yuyito tuvo como marca registrada del ingreso a su programa una canción que dice «Me gusta todo de ti, me gusta todo» y que enumera una serie de «virtudes del enamorado» que ella cantaba sonriente y frugal.
De buenas a primera, el tema desapareció. Y esa sonrisa tan contagiosa y tan bonita y luminosa de Yuyito le dejó lugar a un gesto más serio y algo taciturno. Empezaron a sonar otros acordes. Otra letra. Ya no hubo palabras elogiosas para un compañero afectivo, sino una suerte de frases de autoayuda del tipo «yo me lo merezco, yo me lo merezco».
«Mmmmmm… acá pasó algo eh… Hasta la luz del estudio es otra, está más bajita» aseguró Rial, quien también cree que «los ojos de Yuyito también están diferentes. Ya no se la ve tan contenta como en los últimos días ¿No? Che, en serio, esto viene en bajada», sentenció Rial, quien se cuidó de no decir ninguna palabra que pudiera molestar a la conductora de «Empezar el día».
JORGE RIAL ANUNCIO EL FINAL DE LA RELACION DE JAVIER MILEI Y YUYITO GONZALEZ POR OTRA MUJER
Pero tanto Rial como sus compañeros de programa consideraron que las desgracias de Yuyito comenzaron cuando el «foco de interés» de Milei se posó en otra mujer, y no cualquiera: nada más y nada menos que la premier italiana Giorgia Meloni, quien asistió a la cumbre del G20 que se desarrolló esta semana en Brasil. «El está fascinado eh» aseguró Rial, quien siempre «descreyó» de las relaciones sentimentales del Jefe de Estado.
Al iniciar algunas emisiones esta misma semana, Yuyito aclaró que le habían explicado que el protocolo no permitía hablar de ciertas cosas que pasan en la intimidad de los actos de gobierno. Es otro cambio, cuando hasta hace poco contaba con pelos y señales lo que sucedía en los encuentros que mantenían.