martes, 3 diciembre, 2024
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El nacimiento de la última estrella del jazz moderno: se cumplen 21 años de «Frank», el disco debut de Amy Winehouse

Amy Winehouse fue una artista que adquirió la categoría de ícono dentro de la historia de la música. La cantante, quien falleció trágicamente en 2011 por una intoxicación producto de su adicción a las sustancias, irrumpió en la industria con una forma definida y una personalidad avasallante.

El fenómeno Winehouse se debió a que impuso su estilo soul y R&B, pero con una gran influencia del jazz, género que por la década del 2000 estaba perdido. Su reivindicación de la música del pasado pero con un toque moderno y su estética retro la convirtieron en una figura imprescindible del panorama musical de la época.

La cantante tiene solo dos discos publicados: «Back to Black» de 2006, que fue quien la catapultó hacia la fama mundial, con canciones como «Rehab», «You Know That I´m No Good» y «Tears Dry On Their Own», y «Frank», su disco debut lanzado en 2003 y que hoy cumple 21 años.

Amy Winehouse

Todo sobre «Frank», el disco debut de Amy Winehouse

Previo al lanzamiento de «Frank», Winehouse se paseaba por clubes de jazz y pubs, donde desplegaba su talento. Incluso fue vocalista destacada de la Orquesta Nacional de Jazz del país, aunque un llamado de Island Records cambió su destino. Fue allí que comenzó a grabar lo que sería su álbum debut.

El resultado fue «Frank», que en su traducción podría considerarse como «franqueza», pero que también estaba dedicado a Frank Sinatra, uno de los ídolos de Amy. De todas formas, esa honestidad de la que podría hablar el título del disco también fue uno de los puntos fuertes del proyecto de la británica, quien se destacó por sus poderosas letras, que sintetizaban un sentimiento de desamor, tristeza y melancolía.

Ella misma destacó la ayuda de su productor Salaam Remi para este proyecto: «Con él sentí que musicalmente todo era posible, y nunca me había sentido así trabajando en Inglaterra, donde no quieren escuchar a una chica que cree saber de qué está hablando».

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El álbum de 16 canciones fue nominado a los Brit Awards en dos categorías e ingresó a los ranking musicales en Estados Unidos y Reino Unido. El éxito fue rotundo, y se podía respirar el nacimiento de una nueva estrella. Ese estilo Motown, de los 70, era algo que no se escuchaba hace mucho tiempo, y la frescura en la voz y las interpretaciones de Winehouse pusieron a «Frank» en los más alto.

Lo que más sorprendió de ella fue su acercamiento a la música negra siendo una chica blanca, aunque ella calló las críticas rápidamente: «Si alguien se me acercara y me dijera ‘Oye blanquita, deja mi música’ -aunque no creo que eso pase- le diría ‘No entiendo realmente de dónde vienes. Escribo canciones en mi guitarra; acudí a un productor y las hizo para mí. ¿Cuál es el problema?'».

Una vez terminado el disco, el fotógrafo Charles Moriarty fue el encargado de darle una imagen de presentación a la joven Winehouse. Ambos pasearon por las calles de Londres hasta que una toma en la calle Princeton fue la definitiva. «Usamos solo un rollo de película y creo que la portada de Frank la obtuvimos durante la primera hora«, reveló Moriarty.

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En la tapa se puede ver a una Amy sonriente, con una polera rosa, mientras pasea a un perro, lo que nos podía dar una inocente impresión que rápidamente se derrumbaría al escuchar el disco. El fotógrafo también confesó que quedó deslumbrado con el peinado de la artista: «Ella tomó su cabello y lo transformó en esta suerte de colmena y se convirtió en algo que nunca había visto antes. Era algo de los 60s, algo antiguo, de Motown, pero muy clásico. Era un atuendo impresionante».

Porque no solo era su poderosa voz que atravesaba al público, sino también su apariencia, como una figura que parecía haber llegado de algún tiempo pasado para transformar el presente.

A pesar del buen impacto que tuvo el álbum, Winehouse confesó años después que el disco no le gustaba para nada: “De alguna manera, quiero sacar a Frank de las casas de todos y seguir trabajando en él durante cinco años más hasta que sea perfecto, y luego devolvérmelo». A eso agregó: “El marketing fue jodido, la promoción fue terrible. Todo fue un desastre. Nunca había escuchado el álbum de principio a fin. No lo tengo en mi casa”.

Aunque no solo se vio afectada desde lo artístico, sino que aquellas canciones eran muy íntimas y la habían marcado profundamente: “Hay ciertas canciones que no puedo escuchar porque son tan personales que me duele escucharlas. Siempre trato de escribir una canción para resolver las cosas conmigo misma, y quiero hacerlo con un pequeño remate al final porque no quiero recordar nada malo en mi vida”.

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