El ex poderoso ministro kirchnerista de Planificación Federal, Julio De Vido y su esposa y también exfuncionaria nacional, Alessandra Minicelli, continuarán bajo investigación penal por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito.
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, rechazó este viernes la queja que de la defensa contra la anterior resolución de la Sala I de la Cámara Federal porteña, que había confirmado el rechazo del pedido de nulidad de la defensa por el cual pretendía declarar la nulidad del llamado a indagatoria de De Vido y Minnicelli .
Es decir que la investigación sobre el origen del patrimonio del exministro fue decidida por un juez de primera instancia, confirmada por otros tres de la Cámara de Apelaciones y esta semana por otros dos, los doctores Gustavo Hornos y Mariano Borinsky de la Casación Federal.
Para los camaristas, la queja de los exfuncionarios no reunía ninguno de los requisitos jurídicos que le hubieran permitido aspirar a ser considerada: no se trata de una sentencia judicial o resolución equivalente -de hecho De Vido y Minicelli intentaban evitar ser indagados, que justamente es el primer acto de defensa de cualquier acusado en un proceso penal- no reclamaba por «un agravio de tardía o imposible reparación ulterior», no se acreditó la existencia de una cuestión federal que también habría merecido la intervención de la Casación, y tampoco se detectó «arbitrariedad» en la anterior resolución de la Cámara Federal, que mereciese ser corregida..
La hipótesis principal de la causa es que De Vido habría incrementado su patrimonio de forma apreciable durante el período en que ejerció la función pública tanto en Planificación como en la Cámara de Diputados, sin justificación en sus ingresos legítimos.
Tambien se investiga a su mujer, Alessandra Minnicelli mientras cumplía funciones como titular de la Sindicatura General de la Nación. El incremento patrimonial de ambos no encontraría sustento en su situación económica registrada al tiempo de asumir los cargos ni en las posibilidades de evolución normal de aquella durante el tiempo en que se desempeñó la función pública, y menos cuando la abandonó.
De Vido fue condenado como coautor del delito de adminitración fraudulenta en perjuicio del Estado por la tragedia ferroviaria de Once, por la que lo sentenciaron a 5 años y 8 meses de prisión. También lo condenaron a cuatro años de cárcel como coautor de administración fraudulenta en la compra de trenes chatarra a España y Portugal. Pero eso es sólo el comienzo del escenario judicial que el exministro tiene por delante.
Además de esas dos condenas, De Vido enfrenta una docena de causas en las cuales, en la mayoría, está procesado por supuesta asociación ilícita, fraude al Estado, cohecho y otros delitos contra el Estado.
En la causa Yacimientos Carboníferos Río Turbio, está procesado por una supuesta malversación de fondos por 176 millones de pesos, que debían dirigirse a la modernización y puesta en valor del yacimiento de carbón de Santa Cruz.
En la causa de los Cuadernos de las Coimas, el fallecido juez Claudio Bonadio procesó a De Vido junto a otras 51 empresarios y ex funcionarios. Cristina Kirchner fue acusada de ser supuestamente también la jefa de la asociación ilícita, responsable de recaudación de fondos ilegales por 200 millones de dólares, según la denuncia del fiscal Carlos Stornelli.
En la causa Sueños Compartidos, la Cámara Federal porteña confirmó las acusaciones contra la titular de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública a través del manejo de millonarios fondos manejados durante el kirchnerismo para la construcción de viviendas sociales e incluyó a De Vido.
En la causa Odebrecht, capítulo AySA, el juez Sebastián Casanello a De Vido se lo procesó como un supuesto componente de la ruta de los presuntos sobornos que se cobraron alrededor de la obra.
En la causa Odebrecht, capítulo soterramiento del tren Sarmiento, el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi procesó a De Vido a y a otros ex funcionarios, acusados de administración fraudulenta en la adjudicación de la obra del soterramiento del tren Sarmiento.
En la causa Skanska –que fue el primer escándalo de corrupción del kirchnerismo- el juez Sebastián Casanello lo procesó por los delitos de administración fraudulenta y cohecho.
En la causa Skanska II por la ampliación de gasoductos, se investiga a Odebrecht, constructora brasileña, por pagar sobornos en nuestro país por 35 millones de dólares. El juez Daniel Rafecas procesó a De Vido por negociaciones incompatibles con la función pública.
En la causa por el programa de TV «Mamá Corazón», el juez federal Sebastián Ramos procesó a Andrea del Boca, a De Vido y a otros ocho imputados por el delito de defraudación contra la administración pública, a raíz de las irregularidades detectadas en la financiación de la telenovela que nunca se terminó.