El presidente Vladimir Putin hizo saber a través de su embajador en Buenos Aires, Dmitry Feoktistov, que está molesto por la profundización de las relaciones entre el gobierno de Javier Milei y Volodimir Zelenski.
El diplomático, además, advirtió que su país considerará como un «acto hostil» cualquier transferencia militar que Argentina provea a Ucrania en el medio de la guerra que se libra en dicho territorio, y que estalló tras la invasión rusa de 2022.
La idea de transferencia militar es por ahora parte de un plan del gobierno argentino, que surgió no sólo como un pedido de Zelenski sino también como parte de un reclamo de los Estados Unidos y de las potencias europeas para aceptar a la Argentina como «socia global» de la OTAN.
Tras la reunión del G7 en Italia, Javier Milei viajó este sábado a Suiza para participar de la Cumbre por la Paz en Ucrania -aunque sin Rusia y China- y se fundió en un abrazo con su aliado Zelenski. Tal como había anticipado Clarín, el líder ucraniano le hizo llegar un pedido especial de que no faltara ante ciertas dudas que tuvo inicialmente el argentino. Zelenski vino a la asunción del argentino, el 10 de diciembre pasado.
Esta semana, a través de una serie de reuniones que mantuvo en Bélgica e Italia, y que continuaban este sábado en Suiza, adonde también viajó Javier Milei, el ministro de Defensa Luis Petri se reunió con el jefe del Pentágono, Austin Lloyd, y con Rustem Umerov, el ministro de Defensa de Volodimir Zelenski.
En estas reuniones, del jueves, Argentina adhirió a llamado Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania (llamado coalición Ramstein), un conjunto de 54 países que, con Estados Unidos a la cabeza, coordina ayuda militar y humanitaria a Ucrania, en el marco de su guerra de resistencia contra Rusia.
La respuesta rusa, a través del embajador Feoktistov, no tardó en llegar. «En cuanto a la participación del ministro argentino de Defensa, Luis Petri, en la reunión de Bruselas, dentro del marco de la coalición Ramstein, todavía no hay comentarios oficiales desde la parte argentina. El hecho cierto del acercamiento entre Buenos Aires y los patronos militares de Ucrania nos causa una profunda decepción«, declaró Feoktistov a medios rusos, según informa la agencia china Xinhua.
El embajador también criticó los planes argentinos de ser socios globales de la Alianza Atlántica del Norte (OTAN). «En abril, Argentina solicitó el estatus de socio global de la alianza. Francamente, no comprendemos cómo otorgar este estatus puede mejorar la seguridad de Argentina», dijo, además de ver como un “acto hostil” hacia su país cualquier posible trasferencia de equipos militares a Ucrania.
Clarín consultó en jefatura de Gabinete de la Cancillería si había una respuesta o comentarios ante la situación. Pero no recibió respuesta. La canciller Diana Mondino también se encontraba este sábado en Suiza, adonde inicialmente sólo iba a estar con Petri, pero después se sumó Milei.
“Pusimos fin a la neutralidad en el conflicto”, afirman otras fuentes del Gobierno. Petri explicó que la entrada de Argentina al Grupo de Contacto tenía por objetivo “promover la paz y la estabilidad internacional” y que tenía “la importancia de la cooperación internacional en tiempos de crisis”.
Desde su campaña electoral, Milei se muestra como un aliado a Zelenski, aunque siempre evitó hablar de Putin en los términos con los que sí se refiririó otros presidentes: cómo habló de Lula da Silva, de Andrés Manuel López Obrador, de Gustavo Petro o de Pedro Sánchez. Trascendidos no confirmados afirman que en eso sigue la línea de Donald Trump y de la derecha europea, que hasta antes de la guerra en Ucrania era aliada al líder ruso
El Presidente Javier Milei arribó en la Cumbre Global por la Paz de Ucrania a cargo de la Presidente de la Confederación Suiza, Viola Amherd, y del Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. pic.twitter.com/xSdKPOhRU5
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) June 15, 2024
En buena medida, a la par del estrechamiento de relaciones con los Estados Unidos, Milei se fue acercando cada vez más a Zelenski, que tiene importantes demandas en el campo de la Defensa. Ninguna se han podido concretar.
El pedido de Milei y Petri para que Argentina sea socio global de la OTAN tiene varios arquitectos. En primer lugar, el secretario de Relaciones Internacionales del ministerio de Defensa, el académico Juan Battaleme. Pero también es sostenido por otras autoridades, como el viceministro Claudio Pascualini (general retirado) y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac. El brigadier general Isaac fue el gestor de la compra de los F16 a Dinamarca y eso exige distintos grados de cooperación internacional con EE.UU. Aunque los uniformados evitan gestos antipáticos a sus contrapartes rusas, la alianza con Estados Unidos, y con la OTAN, implica demandas sobre todo porque la agresión inicial fue la de Rusia al invadir a Ucrania.
Si bien Argentina, como el resto de Latinoamérica no aceptó ir a al esquema de sanciones contra los rusos Milei es quien más estrechó los vínculos con Zelenski.
Una primera idea que reclamaba Estados Unidos era que, con la venta a la Argentina de 24 aviones supersónicos F16 a la Argentina -que están en Dinamarca y cuyo contrato ya firmó Petri- es que el país le diera a Ucrania dos helicópteros rusos que se usaban para la campaña antártica, y están sin volar porque no se les pudo hacer mantenimiento desde antes de la guerra.
Pero la entrega de los helicópteros fue descartada de plano por consejo de los propios asesores militares porque sería considerado no sólo un acto abiertamente agresivo contra Rusia sino un mal antecedente para la Argentina por incumplimiento de contratos ante cualquier tipo de compra de aeronaves.
Otro plan desarrollado por Defensa y Cancillería era el de darles los cinco aviones franceses Super Etendard, comprados en 2018 por el gobierno de Mauricio Macri a Emmanuel Macron. Estos no sólo nunca volaron por problemas técnicos sino que hoy no tienen capacidad de hacerlo en ninguna forma y son aviones obsoletos para una guerra.
La otra idea puesta sobre la mesa es que a través de una posible asociación con la OTAN, la Argentina reciba créditos que le permitan activar sus fábricas de armas y producción de municiones. Pero hoy por hoy, los militares argentinos perdieron su capacidad para producir munición de cañones, que es lo que necesita Ucrania. Y cuando todo esto esté con posibilidades de materializarse, tal vez la guerra rusoucraniana haya terminado.