En el radicalismo siguen de cerca los movimientos del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quien esta tarde recibió en el aeropuerto de su ciudad capital a Javier Milei. Es el primer encuentro del Presidente con un mandatario provincial tras los fuertes contrapuntos que protagonizó con muchos de ellos por el fracaso de la ley ómnibus y la eliminación de trasferencias. Por eso, en el radicalismo refractario a las ideas del Gobierno miran de reojo al correntino, que suele ser un habilidoso equilibrista en las disputas de poder.
Cuando faltan poco más de dos semanas para la apertura de sesiones ordinarias, el Gobierno retoma el diálogo con los mandatarios provinciales, protagonistas indiscutidos durante la discusión del proyecto de “Ley de Bases”. En paralelo, el radical Maximiliano Pullaro (Santa Fe), quien adoptó una actitud combativa con la Casa Rosada, se mostró hoy con los diputados nacionales de su provincia y envió un mensaje claro al Gobierno libertario: “Vamos a defender la producción y el trabajo de Santa Fe”.
“Se corta solo”, resume una persona que conoce las internas del partido centenario sobre Valdés, quien comparte un estrecho vínculo político con su par de Chaco, Leandro Zdero. La UCR cuenta con cinco referentes provinciales. A diferencia de Alfredo Cornejo (Mendoza) y Valdés, de perfil más conciliador, Pullaro adoptó una actitud combativa con la Casa Rosada y fue apuntado por Milei -junto al gobernador cordobés Martín Llaryora, del peronismo no kirchnerista- como uno de los responsables del fracaso del proyecto de “Ley de Bases”. Esta situación lo acercó al referente nacional del partido, Martín Lousteau, y con ello al sector de la UCR más crítico del Gobierno.
Si bien estas diferencias estaban expuestas hacia adentro de los bloques radicales en el Congreso, hoy unificados bajo el mando del diputado Rodrigo de Loredo y el senador Eduardo Vischi, no se daban tan claramente entre los gobernadores, quienes se encargaron de lubricar la cohesión. La misma lógica se repitió con los diez mandatarios de Juntos por el Cambio: se mostraron como una “liga” para mostrar músculo político frente al oficialismo a pesar de la implosión de la coalición a nivel nacional.
No obstante, en este nuevo round entre el Gobierno y las provincias, la estrategia de la Casa Rosada pareciera ser desarticular los reclamos en conjunto y activar reuniones por separado para contar con un mayor margen de acción. Por eso, el ministro del Interior Guillermo Francos apura encuentros individuales con mandatarios provinciales y reinicia el diálogo político. Con este foco viajó a Corrientes junto a Milei y su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, cuando faltan diez días para la apertura de sesiones ordinarias, momento en el que el Poder Ejecutivo deberá retomar el debate parlamentario.
Con el naufragio de la ley ómnibus, la discusión legislativa que asoma es la aprobación o el rechazo del DNU 70/2023, frente al que la UCR ya manifestó diferencias internas. Se dio la semana pasada durante la reunión de bloque en la que se definió que se plantee la posibilidad de desglosar la norma por temas o capítulos para evitar exponer sus divisiones durante la votación. De los 34 legisladores que conforman la bancada, alrededor de 12 podrían bajarle el pulgar al megadecreto, situación que acentuaría la fractura dentro del partido.
Una falta de sintonía en el bloque radical desdibujaría aun más el rol de De Loredo, quien oficia como el conciliador de estas dos facciones y el oficialismo. El cordobés quedó en una encerrona después de los dardos que le envió Milei tras el naufragio de la ley ómnibus. Su rival en la provincia, el gobernador Llaryora, se plantó como uno de los más acérrimos opositores de la administración del libertario y lo dejó con poco margen de acción. “Está incómodo”, analizan dentro de la bancada.
En el tour provincial que iniciará hoy, Francos tiene planificado viajar mañana la provincia de Salta, donde se congregará con los gobernadores massistas Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalaqua (Misiones); los peronistas Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán); y el radical Alberto Bernis, vice de Carlos Sadir (Jujuy). La semana que viene, en tanto, lo recibirá el mandatario de la UCR, Alfredo Cornejo (Mendoza) en el marco de los festejos por la vendimia. Está previsto que a este viaje se sume la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
Este cronograma deja afuera, por ahora, a los gobernadores más combativos, como Pullaro, Llaryora, Ignacio Torres (Chubut), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén), quienes coordinan un reclamo judicial en conjunto para hacerle frente al recorte de fondos públicos por parte de la Nación.