La pelea por el DNU de Javier Milei sigue abierta en el Congreso. Unión por la Patria del Senado viene de fracasar en su intento de sesionar para voltear el decreto: el bloque pidió que se llamase a una sesión, pero la vicepresidenta Victoria Villarruel se negó.
«El kirchnerismo tiene que entender que hay un cambio de época. Los argentinos eligieron un camino. Y la agenda del Senado ya no la dictamina el kirchnerismo, sino el diálogo y la participación de todos los senadores», se plantó.
Pero lo cierto es que Villarruel y la bancada peronista se encuentran en un inédito empate técnico. El oficialismo no puede avanzar para declarar válido el decreto presidencial y UxP no puede avanzar en su intento de declararlo invalido.
El problema de ambos es el mismo: ninguno suma, hoy por hoy, los votos que necesita para su estrategia política.
El oficialismo sondeó en las últimas semanas en los bloque opositores dialoguistas si había ánimo de aprobar en el recinto el DNU. No encontró eco.
Hay sectores opositores que se muestran dispuestos a colaborar con el Gobierno, pero no a costa de inmolarse por un decreto al que cuestionaron apenas se conoció y que, entienden, avanza sobre facultades legislativas.
La Libertad Avanza tiene solo 7 senadores propios en el Senado. Necesita pescar 30 en otros bloques para tener quórum y poder sesionar.
En caso de lograrlo, con mayoría lo aprueba y el DNU es válido. Para caerse, el decreto debe ser rechazado por ambas cámaras del Congreso, algo que hasta ahora jamás sucedió.
El jueves pasado, la bancada de UxP le pidió a Villarruel que llamara a una sesión para tratar el DNU. Bajo el argumento de que el reglamento del Senado la habilita como presidente de la Cámara alta a fijar fecha y hora para sesionar, Villarruel no convocó.
«Le reclamamos a la vicepresidenta que no cierre el Senado, ella tiene que llamar de forma inmediata al tratamiento del DNU”, afirmó el titular de la bancada, José Mayans. La decisión de la bancada es pedir sesionar de ahora en más todas las semanas. Esta misma semana lo volverán a hacer.
¿Todos encolumnados?
Aunque en la reunión del jueves pasado hubo algunas ausencias, en el bloque que conducen José Mayans y la cristinista Juliana Di Tullio aseguran que sus 33 senadores están encolumnados en la posición de votar contra el decreto de Milei.
Pero hubo especulaciones en los últimos días con qué harían los senadores que responden al gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y al catarmarqueño Raúl Jalil. Más aún: en ámbitos parlamentarios generó sorpresa que el viernes un diputado del esquema del santiagueño se haya ausentado de la votación de la Ley Ómnibus.
De contar efectivamente con sus 33 senadores, la bancada de UxP aún necesita de otros 4 senadores para sesionar. En el kirchnerismo son ambiguos, pero dan a entender que quizá estén cerca de tener ese número.
Esa fue una de las razones, más allá del argumento de que no permitirían que el kirchnerismo les fije la agenda, para que Villarruel decidiera no convocar a la sesión que le pedían. Con final abierto, corría el riesgo de enfrentar una enorme derrota política.
El otro motivo por el que no llamó a sesionar fue porque hacerlo hubiera implicado exponer políticamente a los senadores de la oposición dialoguista que cuestionan públicamente. ¿Cómo sería? ¿Critican por la tele y después cuando se lo quiere tratar en una sesión no bajan?
Entre senadores de bloques de oposición acusan, sin embargo, a sus pares del peronismo de buscar exponerlos. «¿Para qué pidieron una sesión si no tenían el número? Para hacer público quiénes bajaban a la sesión y quiénes no. Hay varios que estamos en contra del DNU pero no vamos a ser funcionales a la estrategia del kirchnerismo», afirma un integrante de un bloque opositor.
Más. Un senador de otra bancada sostiene que UxP pidió la sesión «solo para quedar bien con la CGT. De entrada sabían que no tenían el número».
El bloque Unidad Federal, integrado por los peronistas disidentes Alejandra Vigo, Edgardo Kueider y Carlos Espínola, trabajan en estas horas en la redacción de una nota dirigida a la Presidencia del Senado para pedir que llame a una sesión para tratar una serie de temas, desde la entrada y salida de tropas del país hasta la reforma de la ley de DNU y el megadecreto de Milei.
No pondrán en su nota fecha y hora porque entienden que esa es una facultad de Villarruel, pero pedirán que sea a «la brevedad». Kueider, por ejemplo, ya calificó de «inconstitucional» el decreto del Presidente.
El oficialismo define una estrategia
En simultáneo, el oficialismo busca la forma de evitar que en algún momento el DNU llegue al recinto. La semana pasada, a través de un comunicado, el bloque de La Libertad Avanza de la Cámara alta le solicitó a la Cámara de Diputados que «a la mayor brevedad posible» designe a sus miembros en la bicameral de Trámite Legislativo, la comisión que trata la validez de los decretos presidenciales.
Su conformación está trabada desde diciembre. Los 8 senadores que la integrarán ya fueron nombrados, pero falta que Diputados haga lo mismo. Lo curioso del comunicado de LLA es que el presidente de la Cámara baja es también un libertario, el riojano Martín Menem.
Una de las estrategias a la que apelará el oficialismo es priorizar para el tratamiento en la bicameral a los «más de 100 decretos» que se encuentran vigentes y que fueron firmados por Alberto Fernández. Recién después le tocaría al de Milei.
Una idea que, además, analizan en LLA es tomar un proyecto de ley presentado en diciembre por la senadora radical Carolina Losada. Su iniciativa consiste en tratar como ley espejo el mismo contenido del megadecreto.
Aunque un puñado de artículos fueron suspendidos por la Justicia, muchas de las modificaciones del DNU de Javier Milei siguen y seguirán vigentes a no ser que las dos cámaras del Congreso lo declaren invalido.