Son horas agitadas para Roma, que este martes anunció el despido de José Mourinho “con efecto inmediato”, cerrando una etapa que por momentos fue exitosa, pero también turbulenta del entrenador portugués en la capital italiana. La decisión se produjo dos días después de que la derrota por 3-1 ante Milan dejara al conjunto romano en la novena posición de la Serie A y en peligro de no clasificarse para la Champions League por sexta temporada consecutiva. Además, el equipo quedó eliminado de la Copa de Italia en cuartos de final, nada menos que ante el rival de toda la vida, Lazio.
Esta era la tercera temporada de Mourinho en el club romano, en donde dirigió a los argentinos Leandro Paredes y Paulo Dybala y al belga Romelu Lukaku, entre otras grandes figuras, y tenía contrato hasta junio. En su primer año llevó a los giallorossi a conquistar la Conference League de la UEFA y en el segundo alcanzó la final de la Europa League, en donde igualó 1 a 1 y cayó 4 a 1 por penales frente a Sevilla.
Más allá de esos impactos deportivos, Mourinho recibió también varias sanciones por sus protestas y críticas a los árbitros, algo que no cayó nada bien entre los propietarios estadounidenses del club.
La UEFA sancionó al entrenador portugués con cuatro partidos de suspensión en competiciones europeas por insultar al árbitro de la final de la Europa League en un garaje del estadio, luego de la derrota de su equipo frente a Sevilla. Las protestas también motivaron su suspensión para el partido del domingo pasado contra Milan.
“AS Roma puede confirmar que José Mourinho y su cuerpo técnico dejarán el club con efecto inmediato”, dijo la institución en un comunicado. “Nos gustaría dar las gracias a José en nombre de todos nosotros en la AS Roma por su pasión y esfuerzo desde su llegada al club”, indicaron Dan y Ryan Friedkin, propietarios del club. Y agregaron: “Siempre tendremos un gran recuerdo de su etapa en Roma, pero creemos que un cambio inmediato es lo mejor para el club”.
Según el análisis del diario italiano La Gazzetta dello Sport, las razones principales del despido tienen que ver con que no se cumplieron con las expectativas de la temporada en curso. “¿Qué ha llevado al Roma a romper con el entrenador que le había devuelto a las glorias europeas tras 14 años de ayuno? ¿A deshacerse del líder que llenaba el Olímpico al son de los récords de entradas agotadas? En la raíz de todo está la falta de resultados. Lo que ha demostrado esta temporada no es suficiente, y el presidente Friedkin -que ha comunicado personalmente su decisión al técnico portugués- considera que el rendimiento del equipo en la liga y la Coppa Italia (y en parte en la Europa League) ha sido inaceptable, sobre todo en relación con la masa salarial del equipo, la tercera más alta de la liga. La aguja de la balanza entre mantener o echar, sin embargo, ha sido el último mes: las derrotas ante Bolonia y Juve, más las últimas goleadas ante Lazio y Milan, pero también los silencios de la prensa tras Fiorentina y Atalanta”, se lee en el prestigioso medio italiano.
“A los propietarios tampoco les ha gustado la reiterada búsqueda de coartadas por parte de Mou después de cada mal resultado. La continua afirmación de no tener una plantilla a la altura, los ataques a los árbitros que a menudo han puesto al club en dificultades y, tras el derbi, incluso los jugadores “abandonados”, han llevado a los Friedkin a pensar que algo se estaba rompiendo incluso en la relación entre el entrenador y los futbolistas”, resume La Gazzetta dello Sport.
La Roma ofrecerá más información sobre su nuevo nuevo cuerpo técnico “de forma inminente”. Los rumores más fuertes apuntan a Daniele De Rossi, excapitán, emblema del club y campeón del mundo con la selección azzurra, quien podría asumir las riendas del equipo de forma interina, ante los reportes de que los propietarios estarían tratando de contratar a Antonio Conte para la próxima temporada.
Mourinho, de 60 años, dijo el mes pasado dijo que quería ampliar su contrato con Roma. Ahora podría entrenar a algún club de Arabia Saudita o a una selección nacional.
La elección de De Rossi tiene como objetivo calmar las aguas ante el probable malestar de los simpatizantes romanos, que siempre apoyaron al entrenador portugués. De Rossi es, junto con Francesco Totti, ídolo indiscutido del club capitalino.
De Rossi, el principal candidato a suceder a Mourinho, es muy recordado en la Argentina por su breve paso como futbolista de Boca, adonde llegó para vestir la camiseta a mediados de 2019, gracias a la gestión de un excompañero suyo en Roma, Nicolás Burdisso. Sin embargo, la estada de De Rossi en el club xeneize duró menos de lo esperado, apenas seis meses, lapso después del cual el italiano anunció su retiro de la actividad. Su único título en nuestro país fue la Superliga Argentina 2019/2020.
Su experiencia como director técnico no ha sido buena hasta el momento. Este año estuvo al frente de SPAL (Società Polisportiva Ars et Labor, que en español significa Sociedad Polideportiva Arte y Trabajo), pero dejó al equipo en zona de descenso en la Serie B de Italia (finalmente terminó bajando a la Serie C), luego de 17 partidos, en los que apenas ganó 3 antes de ser despedido.
Campeón del mundo con Italia en Alemania 2006 y leyenda de Roma, equipo en el que estuvo dieciocho temporadas (todas menos la última, cuando se dio el gusto personal de jugar en Boca y coronarse campeón), disputó como jugador 616 partidos, de los cuales 464 fueron en Serie A, 59 en Copa de Italia, 65 en Liga de Campeones y 34 en Liga Europa, colocándose como el segundo jugador con el más apariciones de la historia del equipo italiano, justo por detrás de otro ícono de la institución: Francesco Totti.
LA NACION